SALA DAURADA
La Sala Dorada ocupa la planta noble de la torre maestra del Palacio. Fue la última pieza del inmueble adquirida por el Ayuntamiento, en 1992, y restaurada en 1994. Entre 1613 y 1617, el IX conde de Cocentaina, Jeroni-Roís de Corella, encargó a un pintor de su corte, el vallisoletano Jerónimo Rodríguez de Espinosa, y a su joven hijo y aprendiz, el contestano Jeroni-Jacint, que plasmaran en la sala, con todo su esplendor, la nobleza y las gestas del linaje Corella.
Ocuparon así los plementos de la bóveda diferentes reyes de Navarra, de quienes pretendían descender los Corella. Destaca el escudo rojo de Navarra, sobre el cual, según una leyenda del siglo XV, Sancho VII el Fuerte superpuso unas cadenas hurtadas a los almohades en las Navas de Tolosa. El cuartel de la campana son armas de Corella, combinadas, por privilegio real, con las de Alfonso el Magnánimo, rey de Aragón, Dos Sicilias, Hungría y Jerusalén. La serpiente con rostro de mujer y el lema esdevenidor (‘futuro’, en valenciano) son del primer conde, Ximén-Peres. El árbol pertenece al conde promotor de la obra.
Los lunetos de las paredes exhiben cuatro gestas heroicas relacionadas con los Corella: la aparición de San Jorge en la batalla de Alcoraz, en Aragón; el sitio de Valencia por Jaime I, al que acudieron caballeros de la villa navarra de Corella; Ximén-Peres de Corella, en la cruzada del Nicolás V contra los turcos, y el mismo conde auxiliando al Alfonso V de Aragón, que enfermó en el sitio de Piombino. Allí vendió Cocentaina al caballero y le otorgó el título de conde.