Paraje de Santa Bárbara

El camino que lleva al paraje de Santa Bàrbara es corto y fácil de encontrar desde el pueblo. Por eso, desde el casco urbano, hay que seguir las indicaciones de la estación de tren Xàtiva-Alcoy para llegar, unos metros más arriba, a una pequeña plaza con una fuente que fecha del año 1926 y desde donde salen tres caminos para poder acceder a las diferentes partes del paraje. Esta plaza está dotada de bancos, mesas, papeleras y parque infantil para poder descansar o comer.

Por uno de los caminos que salen de la plaza, entre vegetación y paneles indicativos, se accede a la parte principal del paraje en que se encuentra la ermita que da nombre en el paraje con una amplia explanada, dotada de bancos, mesas y parque infantil. Se trata de una típica construcción de conquista que se construyó entre finales del siglo XIII y principios de el XIV, época en la cual los cristianos se asentaron en esta zona.

Según textos antiguos, esta obra arquitectónica era la casa de las beatas 'Soroa Sanctae Barbarae' y se trata del edificio religioso más antiguo que se conserva en Cocentaina.

Este paraje es el escenario de una de las festividades más antiguas de Cocentaina que se celebra el día 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepció, en que niños y adultos comparten entre la vegetación y los rincones una rosca de pan con embutido llamada 'Corriola' y la tradición manda que este acto tiene que ir acompañado del volteo de la campana de la ermita.

Hay que destacar del paraje de Santa Bàrbara y de sus alrededores la vegetación y la fauna que contiene. Todo el cerro donde se levanta el paraje está poblado de un denso bosque de pinos carrascos. Arbustos como por ejemplo el brezo, como también hierbas aromáticas como el romero, manzanilla, cola de gato, retama y tomillo.