Monasterio de la Mare de Déu

El aumento de la devoción por el icono de la Virgen en la ermita de San Antonio motiva a los señores de Cocentaina a la fundación de un convento de monjas para que se dedicaran a su culto. Así, el 1 de diciembre de 1653, el conde de Cocentaina obtiene licencia para fundar el convento.

En este momento llegaron a Cocentaina un grupo de monjas capuchinas descalzas de Granada y se instalaron en las estancias superiores de la ermita, en la Sala de Embajadores.

Hasta hoy en día, donde todavía siguen habitando 12 monjas clarisas en el convento.