Castillo de Cocentaina

El área conocida como ‘Castell de Cocentaina’ ,ubicada a 765 m de altitud sobre el nivel del mar y a 300 m sobre la villa, se sitúa en la cima de la ‘Penyeta Blanca’. Se accede al lugar tomando la carretera que va desde Cocentaina hasta el paraje de San Cristóbal. Al llegar a dicho lugar, un camino a la izquierda lleva hasta la explanada que hay a pie de la torre, a la que se llega siguiendo una senda que bordea el cerro.

El área está integrada en la actualidad por un conjunto monumental del que forman parte diversas construcciones pertenecientes a diferentes periodos culturales.

La construcción más signi?cativa que se ha conservado es la torre gótica que contemplamos en la actualidad. El ‘Castell’ de Cocentaina es una torre de planta cuadrada de 13,60 metros de lado y 12,50 metros de altura desde el umbral de la puerta de acceso hasta la planta superior de las ménsulas que soportaban los matacanes volados. La torre está apoyada sobre un talud de altura variable entre 2 y 4 metros, adecuándose a las irregularidades del terreno.

La torre interiormente posee dos plantas, con dos salas cada una de ellas y el hueco del patio. Las salas de la planta baja están iluminadas por medio de una claraboya en cada una de ellas, y la más pequeña posee dos saeteras hacia el exterior, mientras que la sala mayor posee cuatro (dos de ellas en el lado más largo).

En el piso superior la distribución de salas es idéntica a la planta inferior, pero iluminadas por huecos de mayor tamaño a base de ventanas geminadas.

Como remate de ‘el Castell’ nos encontramos una terraza plana, con una serie de ménsulas de piedra para soporte de los matacanes volados. La cubierta todavía presentaba vestigios de los niveles que existían y que daban acceso a los matacanes.

Son numerosas las marcas de cantería observadas en todos los elementos de sillería. Todos los huecos de ‘el Castell’: puertas, ventanas, saeteras y claraboyas, están realizados en sillería labrada.

Las puertas están formadas por dos arcos apuntados de sillares de 25 cm. de espesor a ambas caras del muro de tapial; la parte central está cubierta por una bóveda rebajada, también de sillería. En esta zona todavía eran apreciables en la mayoría de las puertas, las piezas laterales de anclaje de los goznes, que permiten deducir que eran de dos hojas; se mantiene intacto el hueco que contenía la barra interior de cierre de las puertas.